jueves, agosto 04, 2016

- Fri -


Hace unos días comencé a leer una de las últimas buenas recomendaciones de mi psicóloga, digo "buena" porque otras me resultan muy malas (creo que ya dejé de ir a la psicóloga). El libro se llama "El aroma del tiempo", éste filosofo parece estar de moda**, aún así me esta gustando mucho. Esta edición es muy accesible, sin embargo, existe la posibilidad de descargarlo gratis desde Internet. Para quienes se enganchen con el libro otro bueno del mismo autor es "Psicopolítica". 

Byung-Chul Han, como otros autores: Alan Badiou y Zygmunt Bauman, escribe sobre la crisis civilizatoria que atraviesa la humanidad, en esta época moderna, en un mundo globalizado y globalizante (aclaro que no todos los mundos humanos, en este planeta, están en crisis, pero el mio sí). Me gustan este tipo de ensayos, puesto que aunque no llegan a ser libros de superación personal** cumplen el mismo efecto. Lo cierto es que todos y todas deberíamos esforzarnos por superarnos, es decir, superar lo que hicieron de nosotrxs y lo que dejaron de nosotrxs algunos vínculos y en potenciar todo lo humano que podríamos llegar a ser, no solo desde el yo sino desde el nosotros... y esta bueno leer cosas que te vayan nutriendo de buenas ideas. 
Así que si no se lo descargan les copio abajo un fragmento que me gustó mucho y que da título a esta entrada.   


"Las prisas, el ajetreo, la inquietud, los nervios y una angustia difusa caracteriza la vida actual. En vez de pasear tranquilamente, la gente se apremia de acontecimiento en otro, de una información a otra. Esta premura y este desasosiego no son propios del callejear ni del vagabundear. Bauman hace un uso problemático y casi idéntico de callejear y del zapping. Estos expresarian la falta de lazo y compromiso posmodernos: <<La libertad total se encuentra bajo la dirección de una pantalla, se vive en compañías de superficie y se lla zapping>>. El concepto de libertad resulta muy problemático Ser libre no significa tan solo ser independiente o no tener compromisos. la ausencia de lazos y la falta de radicación no nos hacen libres, sino los vínculos y la integración. La carencia absoluta de relaciones genera miedo e inquietud. La raíz indogermánica fri, de la que derivan las formas libre, paz y amigo (frei, Friede, Freund) significa <<amar>> (lieben). Así pues, originariamente, <<libre>> significaba <<perteneciente a los amigos o los amantes>>. Uno se siente libre en una relación de amor y de amistad. El compromiso, y no la ausencia de este, es lo que hace libre. La libertad es una palabra relacional par excellance. La libertad no es posible sin un sostén.
         Pero al faltar este apoyo, la vida actual no encuentra fácilmente el paso. La dispersión temporal no le permite mantener el equilibrio. Se tambalea. Ya no hay ritmos ni ciclos sociales estables que puedan aliviar la asignación temporal individual. No todo el mundo es capaz de definir su tiempo por sí mismo. La cada vez mayor pluralidad de los transcursos temporales desborda y sobreexcita al individuo. La ausencia de pautas temporales no comporta un aumento de libertad, sino desorientación." (pp. 53-54)

* La moda y los libros de superación personal me dan alergia. 

viernes, julio 29, 2016

Utopía IV

Le tengo rabia al silencio por lo mucho que perdí...
 Yupanqui

La tarde envejece... le tengo miedo a la noche o a la muerte o a la nada...

...al amanecer diré todas las palabras juntas y que llegue la muerte con todas sus horas!

Recomendación: 10 Ilustradoras feministas que no debes perderte


lunes, julio 25, 2016

Palabras...

Hay que meditar el contenido de las palabras,..

No basta con decir. El mundo de las cosas no esta hecho solo de palabras.


Retrato que me hizo mi amiga Eli 

aún no es ahora
ahora es nunca

aún no es ahora
ahora y siempre
es nunca

Poema: Las Grandes Palabras de Pizarnik 

Luciérnagas




Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas

-De Gioconda Belli-