Hoy en un evento público, denominado "tetazo virtual", creado
en el facebook, proponían publicar fotos de tetas, en respuesta a la censura de
facebook a los pezones femeninos, para los que no lo han notado, el facebook retira arbitrariamente las fotos que muestran pezones o pezones acompañados de una mama o penaliza los perfiles que las publica. Bien, Iba a realizar el ejercicio, cuando el rigor
de la autocensura me asaltó e impidió que lo hiciera, entonces fue cuando sobrevinieron muchos
cuestionamientos sobre mi propio cuerpo y la dificultad aún presente de concebir
la desnudez del mismo, sin la aparición del discurso del amo que señala y
canaliza el deseo. Después dándome palmaditas
en el hombro, concluía: a la final, no tengo porque adherir a toooodas las
causas, si en el blog más de una vez han hecho aparición mis tetas.
No tengo temor de que me censure el señor facebook, tengo temor de perderme a mi misma en función de un discurso que aún no pasa por mi cuerpo, de salir como cual cartel de marcha, a exponer mi demanda: ¡este cuerpo es mío!... ¿Y en el interior? ¿Qué pasa en el interior? ¿Acaso es una lucha librada y ganada conmigo misma? ¿Cómo suele presentase la expresión del poder en mi cuerpo cuando me relaciono con los otros? ¿Tengo acaso autonomía y libertad sobre los ordenamientos en este territorio corpóreo que me pertenece? Bueh… lea las respuestas a estas preguntas en entradas posteriores, intentaré rasolverlas en los otoños restantes, hasta que el cuerpo aguate.
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