Pasó el día y no salió el sol.
-mientras yo sigo acá, cómoda, con mis privilegios, ellos
mueren de sed, los lloran sin ojos, sin tierra, sin ley…arrebatados de su
dignidad resisten al paso de los ciclos que trae el tiempo, y cada ciclo como
un gran bocado del pequeño pez… pez con orejas que atiende la llamada del
teléfono roto -gestión de la paz- en las oficinas del bien.
-mujer amada que sangras tu ilusión, si pudiera con mis manos
aliviarte… te dueles y yo me duelo por no poderme doler, tan sólo un rato, mientras duermes… ni siquiera logro el esfuerzo suficiente de un mundo amable en
el cual te puedas parir.
-y esta gente toda crédula de su incredulidad… ¿qué es toda esta gente tan sonriente? y yo que no
me enrabio, que no me grito… por qué seguir abriendo las piernas… las mujeres
obligadas, en el pasado, a abrir las piernas para ser aceptadas, para ser
amadas. Hoy, otras mujeres, me abren las piernas para hacerme ¿libre?
Llego la noche con su noche.
"Qué se amontona en la noche
¡Ay! Amor que yo no sé..."
-canción de las cantinas-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario