Esto de encontrarme seguido con gente conocida sin tenerlo previsto de maneras muy casuales, como en el bus, en el andén, en una librería, en una feria, en una fiesta, en el tren, en el subterráneo, en la cicloruta, en fin… en cualquier lugar del espacio que ocupa mi vida cotidiana me resultaba ser un juego divertido… hasta el día de hoy que terminó siendo algo un tanto perverso. No sé para quién podría haber resultado más siniestro, si para ti que has decidido irte para no volver o para mí que quisiera contar aún con la posibilidad de elegirlo.
No, la causalidad no es un juego, es una conspiración, una serie de movimientos en tiempo y espacio que acortan distancias y separan caminos. Al fin y al cabo este mundo, dicen,“es un pañuelo”, Un pañuelo con pliegues.
No, la causalidad no es un juego, es una conspiración, una serie de movimientos en tiempo y espacio que acortan distancias y separan caminos. Al fin y al cabo este mundo, dicen,“es un pañuelo”, Un pañuelo con pliegues.
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