sábado, abril 28, 2012

Al olmo viejo


Qué lindo que resulta Machado en estos tiempos de frías soledades.
Entendí que la soledad cuando no está expresada en sentimiento, es la humana tarea de hacernos cargo de nosotros mismos, en esa sensación de ser uno.

Al olmo viejo, hendido por el rayo
Y en su mitad podrido,
Con las lluvias de abril y el sol de mayo,
Algunas hojas verdes le han salido.
¡el olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
Que guardan el camino y la rivera,
Habitado de pardos ruiseñores.
Ejercito de hormigas en hilera
Va trepando por él, y en sus entrañas
Urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
Con su hacha el leñador, y el carpintero
Te convierta en melena de campana,
Lanza de carro o yugo de carreta;
Antes que rojo en el hogar, mañana,
Ardas de alguna mísera caseta,
Al borde de un camino;
Antes que te descuaje un torbellino
Y tronche el soplo de las sierras blancas;
Antes que el río hasta la mar te empuje
Por valles y barrancas,
Olmo, quiero anotar en mi cartera
La gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
También, hacia la luz y hacia la vida,
Otro milagro de la primavera.
(Antonio Machado)

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