martes, agosto 28, 2012

Con la tristeza de sombrero

Una duda neurótica iba caminando por ahí, iba de traje y con sombrero, goterones de agua azulada comenzaban a caer intempestivamente lavando el amarillo pálido de la tarde.


Buscando un lugar donde protegerse se encontró con el corazón de él y le habitó… El corazón de ella que andaba muy cerca, comenzó a sentir un aire helado, buscando con la mirada como si el aire tuviera algún color. Halló el corazón de él y observó quedadamente, largamente, calladamente… vio como se iba poniendo gris de a poco… y más gris… en un abrir y cerrar de ojos, el aquel candente rojo había desaparecido. El corazón de ella miraba en el afuera los goterones azulados… repasó todo el paisaje y exclamó ¡Ay, a dónde has ido rojo!

-Rojo ha de ser el único color del cual no viste la tristeza.

 

viernes, agosto 24, 2012

Imposibles

"Hay gente que quisiera tirarse al agua sin que si quiera se le moje el pantalón.
Hay otros tan ilusos que se ilusionan con un mundo que no haya desilusión"
 


Siempre, ¡Cabrera!

viernes, agosto 17, 2012

Un Mago

Alguna vez contaba que siempre había querido conocer a un astrónomo para preguntarle si había descubierto una estrella nueva, hasta que llegó el buen día. Bueno, entre muchos otros hacedores de artes fabulosas, también tenía muchas ganas de conocer a un Mago, pero de los de verdad, los magos de verdad no hacen alarde de que lo son, ser mago no es poca cosa, sin embargo prefieren pasar desapercibidos, no andan haciendo trucos ni ilusiones como uno cree, por eso es muy difícil encontrarse con uno.

Como soy una chica con suerte me he topado con uno hace unos pocos días, rápidamente saque mi cuadernito de apuntes y lo dibujé, es más o menos así, yo soy más bien torpe para ilustrar… lo que más me ha gustado del encuentro es el secreto que guardan sus palabras. Dado que es un secreto no lo puedo contar, la magia tiene esas cosas…


Sobre el dolor

Que existen dos clases de experiencias del dolor: esa que se siente en el cuerpo y esa otra que se siente en aquello que no es cuerpo, que digamos se podría llamar por ahora alma. Tras haber estado expuesta a la experimentación de dolor (objetivo) por una lesión física de mi cuerpo, específicamente en una glándula ubicada en esa parte del cuerpo con la que suelo tener una relación cercana y han de llamar vagina entre otras muchas formas de acuerdo a su distribución geográfica (la de la vagina), tengo la evidencia que estas dos experiencias del dolor van siempre juntas. Cualquiera que aparezca primero va seguida de la otra.

Después de sentir mucho dolor y acto seguido tener esa sensación de desvalida  y tristeza de un solo color, expreso tres cosas (siempre hay tres):
  1. Pese a renegar insistentemente de la ciencia médica (de lo cual no hablaré ahora) el segundo día de mi internación en el que me practicaron un procedimiento que procuraría  la disminución paulatina de mi dolor, después de que todos se fueron (enfermeras, médicos y amads), cuando la habitación se oscurecía y la lluvia comenzó a escucharse del otro lado de la ventana, sentía que no había mejor lugar en el mundo que ese. lamento que existan médicos que teniendo el poder que le otorga el conocimiento para sanar sean en su persona tan miserables. En mi mundo ideal como diría búho, no existirían médicos (de esos médicos).
  2. Que parece que están muy distantes el rostro y la vagina.  Pues a nadie pareció importarle el nombre con que se identificaba el rostro que quedaba justo en su sentido contrario. Si pudiera ilustrar la escena, dibujaría rostros de muchos colores alrededor de una gran vagina reposando en una diminuta cama.
  3. Uno se siente tan impotente ante el dolor, uno se siente tan ¡impotente! …
Para aquellos lectors interesads: mi vagina y yo estamos mejor ahora. Sin embargo, aún seguimos meditando sobre el dolor y esas cosas...

Lluvia

Y que tal que este día no sea más que el comienzo de un cuento... el relato de un segundo día de lluvia... había lluvia de todas las formas, los vecinos comenzaban a inquietarse. A todos ya se les había humedeció el alma… y entonces nunca dejó de llover.

Silvo R.

domingo, agosto 05, 2012

Sobre el Domingo

No todos los domingos se parecen sin embargo, hay domingos que se parecen tanto a un domingo! este ha sido uno de esos. A mí los domingos no me disgustan, pero tienen un no sé qué, mmm... como algunas noches. Parecen tiempos estáticos que de no permitir el fluido normal de las "cosas" (léase como emociones, pensamientos, movimientos... esas cosas) pareciera que se amontonan.


Canción de domingo con Luis Salinas, para escuchar dar clik aquí

Texto de domingo con Alejandra Pizarnik
Crepúsculo de domingo. Las horas me arrastraron con un monotonía brutal. En principio: la palabra domingo es muy fea, no sólo por lo que evoca sino por su sonido, y sobre todo, por lo que no evoca. Pero aun dentro del domingo, aun comprimida dentro de una palabra muy fea, es preciso hacer lo siguiente:
1) Descalzarse; meterse en la cama con diligencia y vivacidad como una carta saltando dentro de un sobre; pasarse la lengua; cerrarse, estampillarse y partir.
2) A los cinco minutos te devuelven la carta. Desatinatario desconocido.
3) Que se vayan a la mierda.
4) Comienza la agonía dominical. Qué hacer. Qué deshacer.
...................................................................................
5) [Por qué no me sale escribir, si ya lo tengo todo escrito en mi cabeza, a de ser un domingo de esos]

Deseo anidado de un abrazo

Ya había dicho anteriormente que los abrazos son un invento maravilloso. Recordé esta imagen bellisima de un abrazo descrito por Pamuk y no pude evitar compartirlo. Ahí va...

Nos abrazamos. Me gustó tanto que ni siquiera me sentí culpable. Me atravesó una sensación agradable, más dulce que la miel. Lo abracé con más fuerza. Le permití que me besara y yo misma le besé. Mientras nos besábamos fue como si al mundo entero lo cubriera una dulce oscuridad. Me habría gustado que todos se abrazaran como nosotros. Me parecía recordar que el amor era algo parecido a aquello. Me introdujo la lengua en la boca. Me gustaba tanto lo que estaba haciendo que era como si el universo se sumergiera con nosotros en un luminosa bondad, no podía pensar en que ocurriera nada malo.

En: Orhan Pamuk. Me llamo rojo. Punto de lectura. p.250

La Negra [Mata-tiempo]

No parece una acuarela pero lo es. Es mi primer trabajito y esta experiencia con la acuarela es literalmente un viaje de ida. ¿Por qué acuarela? porque estos son tiempos "líquidos".


Acuarela 29x20 cm

Este dibujo lo comencé hace un mes atrás, me encantaba la idea de tener que dejar secar y continuar días después... Me suele pasar hallarme a la espera en seguidas ocasiones, de tan seguido, ya parece una constante. Bueno, esta vez lo hice pacientemente quería que se pareciera a ella. A esa negra matrona con la que soñé hablar un par de veces... tenía la fantasía de que con la última pincelada me hablara. ¡Ay! si pudiera ella opinar sobre mis pensamientos, sobre todo lo que escuchó en varias largas noches.

Recuerdo como me gustaban los concejos de esas viejas mujeres con experiencia, pero están tan ¡lejos! Suele pasar que las consecuencias de tus decisiones van apareciendo de a poco, una a la vez… una a la vez.

Con dedicación para la comadre Jiana.