Cuidado te confundes alguna vez, el mundo en efecto es de las cosas. Nuestra efímera vida no puede aspirar a tanto.
El género humano evolucionó en la cadena animal para estar al servicio del mundo y las cosas. Si hay algo comprobado científicamente es esta verdad: el humano es el único que puede modificar su entorno para su propio beneficio. Como toda verdad, esta tampoco viene a ser absoluta. La modificación que hacemos del entorno, es el servicio que le prestamos a las cosas. Las mantenemos, mejoramos y reproducimos, después morimos. Ah, no sin antes tener hijos que hereden nuestra vocación servil.
No te confundas, la vida muere, las cosas no!
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