“Misteriosos espacios que separan la vigilia del sueño” (Eduardo García)
La hermosa luna del 28 de enero acompaño el camino de vuelta, pasábamos la frontera. Cierta, evidente, tácita… once de la noche y la línea de agua que divide las dos naciones que nos techaron, era más vasta ahora.
Es extraño, pensábamos… volver sin volver.
Un columpio hamacó las primeras horas del día que comenzaba al otro lado.
¡Hemos vuelto!
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1 comentario:
Volver... has vuelto...
Que bella aventura.
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