domingo, febrero 07, 2010

Quillanos

Hace poco he recordado muchas cosas de quilla. En efecto hay muchas cosas que me hacen falta de esa ciudad, que no son necesariamente cosas, aunque podrían serlo, ya que solemos materializar nuestro espíritu, seguidos por pretensiones de inmortalidad. Entre los recuerdos y las faltas, están dos hombres y sus manos, personajes ellos. Los dos retratan muy bien esto de ser quillanos: hombres brillantes extrañamente barranquilleros.

Manos de Hueso

Ivan Dario Berrio Toscano, pintor entre muchas otras - http://criaturasycuentos.blogspot.com

Manos de Carne

Canciones                                                                                                         
(muestra del libro en prensa Cartas de Amor)

Tristes canciones que me visitan en el silencio. Persistentes, como fijaciones. No puedo con ellas. Desearía arrancarlas de mi alma, botarlas fuera del universo. Son mis lúgubres nanas. Me arrullan con noticias de la muerte.
No niego que pudiera haber una Ley de la compensación, un Karma. Lo que no logro establecer es dónde, en qué momento ni a quién he infligido ese mal por el que ahora se me pasa esta cuenta.
No tengo ningún reproche que formularte. Creo que la cosa rebasó tus fuerzas, está más allá de tus dominios. Has sufrido, por mi causa, indeciblemente. En cuanto a mí, se diría que  sufro tu dolor más que el mío propio, y esto duele más.
Pero también son muchas cosas de un solo golpe. De hecho, pareciera que nada quedó en pie, y que no somos sino juguetes del mal.
Una de las cosas más duras es no tener reportes de tu estado de salud, y de tu ánimo. ¿Has enfermado, como yo, de cierta dolencia inubicable y ubicua? Preferiría escucharte decir que no te sientes bien a esto de no tener noticias tuyas. El silencio es tan hondo, que debo esforzarme por no perder el sentido de la realidad o la cordura. Lo que me parece irreal no es lo nuestro, sino lo que a lo nuestro está ocurriendo. No le hallo sentido, si bien los dioses seguramente saben lo que hacen. De modo que me rebelo. No soy capaz de aceptar y blasfemo, profundamente blasfemo.
Tengo sueños contigo. Te he visto en la calle Murillo, un teléfono en la mano. Entre los transeúntes te he entrevisto y tomado de la mano, atraído hacia mí. Estabas de incógnita en la ciudad con un propósito que podía involucrarme. Me vigilabas.
Este sueño tiene su origen en una llamada tuya en que el número en mi pantalla empezaba por 318. Entonces creí que estabas en Colombia, probablemente en Barranquilla. Luego me aclaras que eso depende de la tarjeta.
Otro sueño también es muy parecido a éste.
Todo parece haberse derrumbado, y es como si estuviera ante los enormes escombros de todo un imperio. Imposible removerlos. Adonde miro están las ruinas de mi vida.

Leonidas Castillo, Poeta entre muchas otras - http://imagineriabruja.blogspot.com

Ha publicado los siguientes libros: Convite (Cuentos), Historia de un hombrecito que vendía palabras (Fábula ilustrada), El otro huésped (Poesía), Al alimón Caribe (Cuentos con Ricardo Vélez Pareja), De la acera y sus aceros (Poesía),Labor de taracea (Novela), A la altura de tus heridas (Poesía-en la Red), Libro de mal amor (Poesía-en la Red).

Nota: El texto fue elegido por el autor para ser colgado en este blog.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...nescesitamos mas sonrisas...y mas vinito.